La Graciosa, con su impresionante biodiversidad marina y terrestre, es un verdadero paraíso en medio del océano Atlántico. Sus aguas cristalinas albergan una amplia variedad de especies marinas, mientras que en tierra firme, su flora endémica y su fauna única aportan un toque de magia a este remoto rincón canario. En este artículo, exploraremos en detalle la fascinante flora y fauna de La Graciosa, desde sus especies marinas emblemáticas hasta sus criaturas terrestres más singulares. ¡Acompáñanos en este viaje de descubrimiento por el corazón natural de La Graciosa!
La flora y la fauna de La Graciosa son una parte integral de su ecosistema marino y terrestre, enriqueciendo este remoto paraíso con una diversidad única. Con condiciones climáticas óptimas y una salinidad controlada entre 36.6 y 36.96 gr/100, las aguas circundantes de la isla albergan una asombrosa variedad de vida marina.
La isla de La Graciosa, situada en las Islas Canarias, alberga una rica diversidad de fauna marina debido a sus aguas cristalinas y su ubicación en el Océano Atlántico. Entre las especies más destacadas que se pueden encontrar en sus aguas se encuentran:
Estas son solo algunas de las muchas especies de fauna marina que se pueden encontrar en las aguas alrededor de La Graciosa. La isla ofrece oportunidades únicas para explorar y descubrir la belleza y la diversidad de la vida marina en el Atlántico.
Así mismo, cuenta con la presencia de varias especies en peligro de extinción como la tortuga boba, el angelote o la foca monje.
En cuanto a la fauna terrestre de La Graciosa, esta isla de las Islas Canarias presenta una biodiversidad más limitada en comparación con su riqueza marina. Aun así, alberga una serie de especies adaptadas a su entorno insular y árido. Algunas de las especies más destacadas son:
La Graciosa es un refugio vital para aves nidificantes, como la Hubara (Chlamydotis undulada fuerteventurae), la Pardela cenicienta (Calonectris diomedea borealis), el Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y el Alcaraván (Burhinus oedicnemus).
La graciosa ha sido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), ya que en ella abundan aves migratorias como la pardela cenicienta (Calonectris diomedea borealis) —la población más numerosa— o la abubilla y especies amenazadas como el cernícalo, las lechuzas, el águila pescadora o el halcón peregrino, entre otras.
La fauna terrestre de La Graciosa, aunque menos visible que la marina, es igualmente fascinante y representa un aspecto importante del ecosistema único de esta isla volcánica.
La vegetación en La Graciosa se asemeja a la que se encuentra en las áreas bajas y costeras de las islas orientales de Canarias. Predominan arbustos como las aulagas y diversas especies de plantas que pueden sobrevivir en suelos salinos, adaptadas a las condiciones áridas y el clima subtropical de la región. Aunque esta vegetación es más escasa y empobrecida en comparación con otras regiones, su presencia contribuye a la biodiversidad y al ecosistema único de La Graciosa.
Respecto a su flora terrestre, es una de las zonas con mayor abundancia de flora endémica macaronésica. Se pueden encontrar entre 120 especies de líquenes y casi 400 taxones de flora vascular , se destacan diversas especies endémicas que añaden un toque especial a su biodiversidad. Entre ellas, se encuentran:
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